El poder de lo cotidiano en la escuela

08.04.2018 17:35

El poder de lo cotidiano en la escuela

Charla inaugural diplomado de paz, apuntes y  ajustes a la conferencia

EDUCAMÉ MOVA

Bernardo Toro A.

Abril 7 de 2018

Fundación Avina

www.avina.net

https://www.avina.net/avina/listado-personas/bernardo-toro/bernardo-toro/

 

El reto de todo maestro es aprender y desaprender muchos  conceptos para trascender.

Cuestionarse permanentemente ¿qué está bien,  qué está mal, qué se puede mejorar?, consultar con su comunidad cómo se pueden hacer las cosas?, ¿qué piensan?

Recuperar el poder de lo cotidiano en la construcción de la convivencia escolar. Todo docente debe aprender a valorar, a ver lo evidente, para ello se requiere un talento especial. Pensar como construir una sociedad que valore lo evidente, qué es lo que transforma una sociedad, cómo están con los otros, que le da sentido a la vida, ¿cómo es posible la supervivencia, el poder de lo que ocurre todos los días, a toda hora.

Antioquia no tiene más educación de la que tienen sus maestros. Un buen maestro crea las condiciones para que todos sus estudiantes aprendan, si muchos le pierden,  no es un buen profesional, como no lo son,  el arquitecto o médico que dejan perder un porcentaje alto de su obra;  si el alumno no aprende,  no se  debe culpar al estudiante, se debe culpar a la escuela, la cual debe garantizar que todos sus estudiantes aprendan,  a pesar de sus dificultades. Docencia es la herramienta y técnica de aprendizaje;  la profesión es el ser un auténtico Maestro.

Se deben crear en el aula buenas condiciones para la escritura, para la producción de textos,  eso inmortalizó a los griegos, más no a muchas tribus de América que no dejaron textos.  Cuando el mudo pudo interpretar los jeroglíficos egipcios,  esta civilización cobró la importancia histórica que le hemos dado hasta ahora,  porque pudimos comunicarnos con su obra creadora.

Los mejores docentes deben estar en 1° y 2° de primaria, estos grados son las puertas que se abren al aprendizaje.

Los maestros debemos oponernos a los concursos y premios que otorga el gobierno a los llamados colegios de calidad, porque representan una exclusión, todo lo que sea lo mejor;  el mejor profesor, el mejor estudiante, el mejor colegio, discriminan, máxime,  que los que salen premiados y recibiendo más plata de la que ya acumulan, son los colegios privados,  donde los estudiantes poseen apoyo familiar, económico, pedagógico, están motivados,  porque ya saben que harán en el futuro, en tanto,  que los estudiantes de los colegios públicos,  en altos porcentajes,  no cuentan con apoyo económico, familiar, son víctimas de la violencia, familias disfuncionales, no tienen un futuro cierto, afectados por múltiples problemáticas sociales;  no premiarlos, es cometer una doble discriminación y segregación,  a la que socialmente ya estaban destinados, contra todos este tipo de abusos,   debemos unirnos los maestros para que ello no siga ocurriendo.

Siguiendo este orden de ideas, el empresario hijo de ricos que quiere hacer una donación empresarial a la educación,  termina cediéndola al colegio privado donde se formó ¿en dónde queda la verdadera intención de ayudar a las comunidades marginales para salir de su  atraso? ¿Acaso,  ello no es perpetuar el mismo estado de cosas? ¿Dónde quedan las buenas intenciones y el acto altruista?

La tecnología no soluciona el problema, porque si llega a la red   el estudiante con 300 palabras en primero de primaria, es con ellas que se va entender en la red, si el niño está en un estrato alto ya,  puede manejar un léxico más rico,   y tener un mejor nivel para navegar por el medio lingüístico favorable que le rodea.

Se  debe tener claro qué quiero como profesional, qué sirve y qué se debe descartar. Debemos enseñar para aprender a ganar - ganar, que el niño y joven aprendan a pensar, que no se dejen dominar, que superen la abulia, con una educación activa, participativa;  el aula silenciosa sólo se concibe en ambientes elitistas,  donde los estudiantes saben a lo que van y tiene todas las necesidades básicas satisfechas.

Enseñar al  estudiante a realizar transacciones;  un buen profesor resuelve un problema a tiempo,  entiende y tiene claro que cualquier ser humano es capaz de aprender en cualquier tiempo y circunstancia, ensayando metodologías y estrategias para cautivar al estudiante.

Los maestros deben reunirse, compartir experiencias de aprendizaje, manejar una ética en el aula, que se facilite ambientes de aprendizaje agradables sin sufrimiento, que todos aprendan a convivir y a ayudarse a través de la solidaridad.

Hacerles entender a los estudiantes,  el valor del dinero, cómo invertir para brindar empleo, para que todos ganemos,  apoyándonos unos a otros, no sometiendo a los demás o enriquecernos a su costa. Debemos aprender a creer en nuestro sistema educativo, a valorarlo y mejorarlo, empezando por nuestro lugar de trabajo, como un espacio cooperativo.

Nuestra ética nos lleva a construir una Colombia que respete los contextos socioculturales, que no violente las minorías étnicas en la construcción de sus escuelas y viviendas,  en los saberes que impartimos;  la cultura mestiza históricamente,  ha hecho mucho daño en tal sentido,  porque ha impuesto a otras poblaciones sus patrones de vida, desconociendo su cosmovisión e idiosincrasia.

Antes de tomar decisiones en saberes e infraestructura,  se debe consultar las necesidades de los beneficiarios para lograr una verdadera inclusión y altos estándares en la calidad de vida.

En ocasiones se debe escoger entre tener razón o ser feliz, en estas elecciones juega un papel importante la convivencia;  Colombia no ha hecho algo importante por resolver problemas sino por tener razón;  esto explica en parte,  los altos índices de problemas de violencia y convivencia.

Ganar - ganar significa,  el respeto por el otro y su reconocimiento sin importar sus condiciones, ayudarnos entre todos, sólo así,  se dejará la rivalidad, los protagonismos y colectivamente se enfrentarán las dificultades, ello dará como resultado,  una escuela segura. Conversar, el ser humano es lo que conversa; educar a los niños y jóvenes para la escucha atenta, para el diálogo propositivo, para internalizar desde pequeños su proyecto de vida.

Colombia debe hacer un trabajo importante,  y sus docentes  otro tano para enfrentar el machismo y lograr un respeto por el cuerpo, recuperar el valor de la ética, la filosofía, el arte, la danza, recuperar los proyectos,  donde todos los estudiantes aprendan a los distintos valores, habilidades, destrezas y el valor por el arte  y su cuerpo. Realizar convenios y compromisos para lograr que los jóvenes no discriminen y respeten el cuerpo y la persona de los demás sin importar las diferencias.

Ganar - ganar significa un trabajo colaborativo de todos los estamentos de la comunidad educativa. El joven debe aprender a cuidarse, cuidar su comunidad y cuidar su planeta, grandes retos éticos de la educación, aprender a llevar una vida digna, cuidar la salud y respetar al otro.

Enseñar al estudiante a saber dar y pedir ayuda, leyes del trabajo solidario y colaborativo. Al estudiante se le debe dar un lugar en la escuela, en su barrio, en su comunidad para que empiece a tener sentido de pertenencia, y se sienta importante.

En lo posible el maestro y estudiante deben vivir en el mismo barrio y contar con diversos espacios culturales y de diversión, especialmente para que los niños no caigan en la delincuencia, el narcotráfico y las drogas. Sin vida en comunidad no se puede construir paz.

Construir proyectos de vida, la ética no es acumulable, los aprendizajes se deben dar día a día, repetirse, ese es tal vez,  el secreto de la cultura Metro. Todo se mueve en el universo por interés y motivación, activar en todo momento el interés y la motivación, el joven, el niño deben tener muy claro para que van a estudiar, el único remedio para el tedio y la aburrición,  es enseñar al joven a trabajar para ayudar a los demás, enseñarle la solidaridad.

Trabajemos para evitar el dolor del otro, enseñemos al estudiante a escuchar su voz interna, a definir el mismo,  lo que elegirá ser en su futuro,  como lo hace Tailandia a través del budismo. Si se enseña desde dentro,  se logra la autorregulación, la libre elección;  recuperemos en los estudiantes,  el valor de la plata como forma de lograr el desarrollo personal y de su comunidad, que recupere la dignidad y aprenda a creer en su país y comunidad, con nuestras buenas acciones, ejemplo, y buenas prácticas pedagógicas lo iremos logrando.