“Discurso y política”

10.01.2020 23:41
Quien tiene la palabra tiene el poder, y es un poder tan mágico,  que puede mover multitudes, como el caso del líder político,  que promete y promete,  aunque no cumpla,  y sin embargo tendrá  seguidores mintras esté ejerciendo la vida política, cuando pierda este fuero,  la magia caerá y será un hombre más en la multitud.
 
“Definimos como potencialmente "políticas" aquellas acciones (lingüísticas o no) que involucran el poder o su opuesto, la resistencia. Desde luego, no existe una única definición del concepto de "poder" que sea compartida por la totalidad de los teóricos políticos, y tampoco es nuestra intención resolver esta cuestión aquí". (Chilton y Schaffner 2001, pág. 305).
 
Jorge David Cortés Moreno

 

La obra “Discurso y política”  Chilton  y Schaffner se encuentra estructurada de manera organizada presentando una introducción clara sobre el tema a desarrollar y un desglose histórico sobre los diferentes enfoques  de Política y discurso político,  las ciencias políticas y la filosofía del lenguaje desde los clásico griegos, pasando a la influencia del positivismo lógico y del Círculo de Viena, posestructuralismo y desconstrucción, enfoques sociopsicológicos, enfoques franceses, enfoques alemanes, para luego aterrizarlo en el análisis lingüístico del discurso político textos políticos y funciones estratégicas.

 

Una de las novedades del texto de  Chilton y Schaff, es que al abordar la parte de la pragmática, lo ejemplifica con el discurso de Major, analizando  el uso de pronombres y posesivos, luego ubicándolo en el mapa geopolítico “En el texto que hemos seleccionado, el hablante, John Major, utiliza (y reproduce) un género que establece relaciones muy particulares, no sólo de naturaleza lingüística, sino también social y política;  por un lado está el conjunto de relaciones entre el emisor, el destinatario y los terceros que escuchan u observan; y, por el otro, está el conjunto de actores políticos pertenecientes al universo político del hablante y las relaciones existentes entre ellos.

 

Los autores dejan planteados interrogantes que permiten un adecuado desarrollo e ilustración de los conceptos, y que igualmente dotan de importantes herramientas para asumir el conocimiento, no sólo de unos textos,  sino del discurso político mismo: entre estos se encuentran: ¿Qué función cumplen estas fórmulas en apariencia redundantes? ¿Por qué las personas acatan regímenes de políticas muy diferentes? ¿Cómo se realizan estas funciones en la elección lingüística? ¿Qué funciones estratégicas en el discurso cumple típicamente, por ejemplo, la entonación descendente, la voz pasiva, los antónimos léxicos, los significados presupuestos? "¿Por qué x eligió (o por qué x está obligado a) utilizar tal y tal pronunciación, entonación, formulación léxica, fraseo, tipo textual en lugar de tal otra?". "¿De qué maneras las elecciones lingüísticas del hablante pueden interpretarse en términos de sus funciones políticamente estratégicas, dados una cultura política general y un contexto político particular?". (Chilton y Schaffner 2001, pág. 297-313).

 

Se plantea en el texto de Chilton y Schaffner,  como el principal objetivo del discurso es lograr la unidad dentro del partido, por ello amplían las preguntas para lograr el objetivo propuesto, especialmente en el ejemplo propuesto de Major, donde el partido conservador se encuentra en crisis: “Se nos [¿uno?, ¿los conservadores?, ¿los británicos?] dijo que el desempleo seguiría creciendo... Se nos [¿conservadores?, ¿gobierno?, ¿británicos?] dijo que no lograríamos [¿conservadores?, ¿gobierno?] bajar las tasas de interés. Lo hicimos. Así es hoy Gran Bretaña. Por eso reconozcamos [¿el auditorio?, ¿todos los británicos?] lo que somos [los británicos]... pongamos nuestra marca distintiva británica [en el mundo]... hubo apaciguadores y complacientes [durante la Guerra Fría], ¿qué pasaría con "las tropas que enviaron el gobierno a los Balcanes"? enviaron al gobierno a los Balcanes"? ¿Qué interpretan los oyentes? ¿Cuál es la importancia de estos patrones de ocurrencia? ¿Cómo se explica esto? (Chilton y Schaffner 2001, pág. 320-323).

 

Excelente el ejemplo que plantean sobre el robo o secuestro del lenguaje y la metáfora, una de las grandes cosas novedosas que nos ponen en alerta frente a cualquier discurso político que están lejos de ser ingenuos, sin poder e intencionalidad frente a una audiencia específica: “Major habla de "nuestro lenguaje", el lenguaje que "pertenece a" los conservadores. Esto posibilita elaborar el argumento contra el partido laborista, cuya forma es la siguiente: 1. El "lenguaje" del laborismo es el "lenguaje" del partido conservador, 2. El lenguaje es una mercancía, 3. Las mercancías son propiedad exclusiva de alguien, 4. Al utilizar una mercancía que pertenece a otro se la está robando,  5. Por lo tanto, al utilizar el lenguaje del conservadurismo se está robando ese lenguaje.

 

Esto no es una "mera" metáfora. En primer lugar, es posible que la mercantilización de las políticas sea considerada un "hecho" de la vida política en el discurso conservador, o que la metáfora lleve a hablar, escribir o actuar como si lo fuera. En segundo lugar, sea cierto o no lo anterior, se supone que la ontología y deontología del mercado, sus conceptos e inferencias potenciales, constituyen una realidad familiar y natural entre los oyentes, una "base común" incuestionable a partir de la cual se pueden desarrollar metáforas. Dada la premisa del modelo de libre mercado, se puede elaborar un argumento que presente al Partido Laborista cometiendo actos ilícitos, o donde aparezca como "no auténtico". Esta estrategia metafórica no se limita a confirmar una visión del mundo basada en la supuesta naturalidad del "mercado" (función legitimadora), sino que, además, desacredita al adversario (función deslegitimadora). (Chilton y Schaffner 2001).

 

Uno de los grandes aportes de estos dos autores antes mencionados  fue presentar en el análisis lingüístico del discurso político textos políticos y funciones estratégicas resistencia, oposición y protesta. Encubrimientos,  el control político supone el control cuantitativo o cualitativo de la información, como una forma de control discursivo. Utilizando herramientas lingüísticas como la censura, encubrimiento cualitativo, mentira lisa y llana, la cual produce los efectos cognitivo de dejar “fuera de foco” o “desdibujar” referentes (objetos o acciones) no deseados. También se suele desviar la atención, ser obedecido, legitimación o desligitimación.  Legitimación y deslegitimación: Establece el derecho a ser obedecido, es decir, la "legitimación". ¿Por qué son obedecidos? argumentos sobre los deseos de los votantes, principios ideológicos generales, la proyección de un liderazgo carismático, propios logros, y la autopresentación positiva. Una contraparte esencial es la deslegitimación: los otros (extranjeros, "enemigos internos”). Culpar, acusar, Insultar.

 

Es así como estas figuras de protesta y oposición han servido para que emerjan lenguajes silenciados o invisibilizados como en el caso del hip hop, una investigación chilena tuvo por objetivos identificar las elecciones lingüísticas dentro de la canción de rap en el año 2012, escrita e interpretada por los raperos chilenos, Portavoz y Subverso, relacionar dichas elecciones con las funciones estratégicas del discurso político. Para ello, se utilizó el modelo de análisis del discurso político creado por Chilton y Schäffner (2001). Los resultados mostraron que en este discurso político de resistencia se emplean las estrategias de coerción, legitimación-deslegitimación y resistencia, oposición y protesta; y que la función de encubrimiento es excluida. (Colima y Cabezas 2017).

 

Su análisis es bastante completo,  porque aporta los giros del lenguaje, el idioma, la entonación, la sintáis, la semántica,  la ideología a la hora de hacer el análisis del discurso, lo cual les permite ir un paso delante de otros autores: “…las palabras en la oración interactúa con la entonación y la acentuación, y les permite a los hablantes focalizar selectivamente elementos del universo político, restringiendo así el procesamiento en tiempo real de los oyentes. 

 

Las funciones políticas de estas elecciones varían según el contexto…En las categorías gramaticales básicas se encuentran codificados conceptos de estabilidad temporal: los sustantivos suelen referirse a fenómenos más estáticos, atemporales y discretos, mientras que los verbos se refieren a lo pasajero, lo temporal y lo dinámico. Los hablantes del inglés [y del castellano] disponen de determinadas elecciones para la codificación de la participación de los agentes en los actos causativos. (Chilton y Schaffner 2001, pág. 320-322).

 

Finalizando esta reseña, las categorías que orientan la posición teórica de estos dos autores proceden de disciplinas de las ciencias humanas y sociales e incluye nociones como ideología, poder, jerarquía, género e identidad, entre otras, que, junto con conceptos que proceden de la sociología, la psicología cultural y cognitiva y la antropología, son relevantes para la explicación e interpretación del discurso, en sus usos auténticos y en el marco de la cultura.

 

Entre los aportes de Chilton y Schaffner, encontramos aquellos citados en su conclusión: “Al mostrar algunas de las elecciones pragmáticas, semánticas y sintácticas hechas en el texto, los análisis como el anterior permiten llevar a la atención consciente el mundo conceptual construido en el texto, así como las relaciones entre el hablante y otros que se establecen durante la emisión concreta del texto.” (Chilton y Schaffner 2001, pág. 322).

 

Si bien este documento no pretende dar cuenta de todos los fenómenos relacionados con los procesos de análisis del discurso político, evidentemente trata de hacer un brevísimo panorama que incentive una investigación más sistemática e interdisciplinaria, como la realizada,  por ello en su obra acerca de los fenómenos más relevantes que deben ser abordados por quienes tienen compromiso social con los estudios del lenguaje, especialmente el político,  con la solución de los problemas socioculturales que afecten el contexto sociocultural, donde a través del discurso se le da sentido y realidad a la problemática, palabras seguidas de acción.

 

 Este posicionamiento de los autores como se dijera antes ejemplificándolo con el hip hop, focaliza la necesidad de explorar nuevas rutas de indagación que cualifiquen el campo de estudio y que permitan el diseño de metodologías novedosas, que integren las más diversas estrategias de investigación de las ciencias humanas y sociales, que favorezcan a los contextos marginales del país. Igualmente aporta para la realización de la reseña, la exposición y la reflexión académica,  a la luz de otros discursos en materia de la teoría del discurso político.

 

Bibliografía:

P. Chilton y C. Schaffner, “Discurso y política”, en: El discurso como estructura y proceso. Estudios del discurso: introducción multidisciplinaria, Vol. 1. Barcelona: Gedisa, pp. 297-329